Por Redacción Zaragoza.
Este cuarto domingo de Pascua, conocido como el Domingo del Buen Pastor, ha estado marcado por una especial intensidad espiritual en nuestra parroquia. Teniendo muy presente la reciente elección del Papa León XIV, hemos unido nuestras oraciones a toda la Iglesia en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de las Vocaciones Nativas.
La celebración de la eucaristía ha sido especialmente significativa, ya que hemos sido testigos de la renovación de la promesa de los Salesianos Cooperadores de esta Casa Salesiana de Zaragoza, un momento profundo de compromiso y pertenencia dentro de la gran familia de Don Bosco.
Además, hemos contado con la presencia de los miembros del AMPA, que han comenzado su encuentro con la Comunidad Salesiana participando también en esta celebración litúrgica, reflejando la unión y el espíritu de familia que nos caracteriza.
Mayo es un mes muy especial para la Familia Salesiana: es el mes de María, el mes de María Auxiliadora. Como nos recuerda nuestro arzobispo, D. Carlos Escribano: “Os exhorto a vivir este mes de mayo Jubilar de la mano de la Virgen María como peregrinos de esperanza”.
Con este espíritu de esperanza, de oración por las vocaciones y de comunión con toda la Iglesia, seguimos caminando juntos, animados por el testimonio del Buen Pastor.
