Queridos nietos, hoy os quiero contar la historia de cómo me hice millonario en cinco días. Todo comenzó cuando todavía tenía citas con vuestra abuela y entonces todo giraba en torno a un café humeante, pero aún no había dado el paso de pedirle salir. Así que decidí que cinco días después, cuando volviésemos a quedar, se lo pediría. De modo que esos cinco días me empleé a fondo, y hasta le pedí consejo a mi hermana para no meter la pata. Me compré una nueva colonia, le escribí una carta abriéndome en canal ( tal y como les gusta a las mujeres), me hice con el ramo más grande y bonito de toda la floristería y así me presenté en nuestra cafetería. Evidentemente, ante tal galán no pudo resistirse y me dijo que sí. Así que queridos nietos, esta es la historia de cómo me hice millonario en cinco días y aún lo sigo siendo, ¿a que sí querida?