Salesianos Zaragoza

Por Redacción Zaragoza

El pasado 27 de mayo, Jesús Oteo, salesiano párroco de la iglesia Ntra. Sra. de Montserrat fue homenajeado en la Basílcia del Pilar junto a todos los sacerdotes que han cumplido 25, 50 y hasta 60 años de sacerdocio en este año y en el pasado.

Les dejamos el enlace publicado en iglesiaenaragon.com

 

Para conocer más a Jesús Oteo, le hemos pedido que nos relate su vida y muy amablemente nos ha enviado esta crónica:

-“Me piden que, con motivo del 50º de mi ordenación sacerdotal escriba una breve semblanza de este largo recorrido. En realidad esta narración no tiene nada de especial, como no sea destacar la paciencia y bondad que Dios ha tenido conmigo hasta llegar aquí.

Nací en el populoso barrio zaragozano de Las Delicias, distrito siempre obrero, y  hoy, además, foco importante de inmigración. Aunque la Obra Salesiana está enclavada en el sector de la Ciudad Jardín, los salesianos siempre hemos sido punto de referencia para los habitantes de dicho barrio de esta ciudad.

Mi primer contacto con el ambiente salesiano fue de lo más sencillo. Mi madre Josefina hizo lo posible para que sus dos hijos se educaran con los salesianos, y lo consiguió. Además colaboraba como podía en la limpieza de la capilla del colegio. Tenía a gala el ser ‘cooperadora’ salesiana de las de antes, -con diploma, como decía ella-; no sé si tenía ‘promesa’ o no, pero estaba impregnada del espíritu de Don Bosco y de María Auxiliadora.  Era natural que la familia viviese en un ecosistema cristiano y salesiano.

Los hijos de Don Bosco supieron sacar provecho vocacional de aquellos alumnos compañeros míos, hijos de obreros, encauzando sus sentimientos con la sencilla, alegre y aventurada propuesta del seminario. Y uno de esos chicos fui yo.

Luego vino la vida normal de un seminario menor de entonces: estudios, disciplina amable, trabajo intenso, templanza y austeridad, oración sencilla, pero profunda… Noviciado en Ibi, estudios de filosofía en Godelleta (Valencia); Trienio (magisterio) con los chicos de La Almunia de Doña Godina; seminario mayor en Martí-Codolar (Barcelona), y fundador de  la Obra Salesiana de San José Artesano en Elche. Zaragoza, Alcoy, y otros destinos  completan mi trabajo pastoral educativo y parroquial como salesiano y sacerdote diocesano.

En estas circunstancias podría sentir la tentación de hacer balance de lo vivido en este tiempo. Creo que no vale la pena. Solo siento agradecimiento a Dios y a multitud de personas que me han acompañado y ayudado, -y que seguirán ayudándome-. Gracias a la Madre Auxiliadora, a Don Bosco y a tantos salesianos que han pasado por mi vida dándome ejemplo de fidelidad, trabajo y templanza; están en mi recuerdo y oración. Gracias a aquellos, sobre todo jóvenes, con los que he contribuido a aliviar sus dolencias, consolar sus tristezas y animarles en el conocimiento y seguimiento de Jesucristo.”-