Por Redacción Zaragoza.
Los creyentes caminamos con frecuencia a oscuras. Pero caminamos llevando el tesoro de la Luz de Cristo y el dinamismo de su Pascua
Esta es la gran noticia del evangelio de hoy: Jesús ha de ir a Jerusalén donde entregará su vida en la cruz, manifestando así su plena confianza en Dios y su amor incondicional hacia nosotros. Un amor que vence la muerte.
No tengamos miedo a este camino de Jesús, aún en los momentos de prueba y oscuridad.
No tengamos miedo a fiarnos de su Palabra, confiarle nuestro corazón, depositar en Él nuestra vida. Con la fe de Abraham; sin otra realidad a la que agarrarse que la confianza en Dios y su oferta de una vida nueva y fecunda..
Tampoco tengamos miedo al camino del amor que nos propone Jesús. A mostrar un rostro más visible y creíble, transfigurado por el amor de Dios. Haciendo realidad la civilización de la bondad. en este mundo que nos toca vivir.
Para reflexionar…
Piensa en las situaciones en que te cuesta más el camino de la fe ¿Por qué?
Lo más fácil es quedarse en la montaña, y gozar de unos bonitos momentos (como los tres discípulos del Evangelio) Pero tenemos que bajar al llano de la vida, con todas las dificultades y retos que presenta. Y hacer más visible y creíble nuestra confianza en Dios y el amor incondicional a los otros. ¿Estás dispuesto a hacerlo?
Para rezar…
Todos necesitamos, Señor, momentos de Tabor; momentos para estar a solas contigo. De manera que no nos dejemos arrastrar por el activismo, por las mil y una cosas que ocupan nuestra vida.
Pensar en Ti, antes de iniciar la jornada, nos ayudará a ver y vivir las tareas de cada día con amor y responsabilidad.
Pero también hemos de vencer la tentación de encerrarnos en nuestro propio mundo, en nuestra paz, en nuestro silencio o nuestra rutina.
Muévenos, Señor, y haznos bajar al llano, a la realidad del mundo; e implicarnos en las necesidades de los que nos rodean. Amén.