La innovación y la investigación son fundamentales para la industria, para las empresas y para la sociedad en general. Únicamente se puede avanzar destinando recursos en estas materias. Por lo tanto, es de agradecer y de felicitar que haya una institución que reconozca la labor realizada por alumnos y sus tutores para desarrollar ideas centradas en la innovación y la investigación porque es una manera de fomentar el espíritu innovador entre los jóvenes.
Beneficios que tienen los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional que han participado en el certamen y proyección que pueden tener fuera de su Comunidad Autónoma o, incluso, fuera del territorio español.
En primer lugar, la experiencia de participar en un certamen de estas características ya es un premio para todo joven con curiosidad investigadora. Allí pueden apreciar y enriquecerse de otros proyectos de otros compañeros que, como ellos, también han realizado proyectos interesantes e innovadores.
Por supuesto, hay una serie de valores como el trabajo en equipo, el esfuerzo o la motivación por iniciar un proyecto, que muy probablemente se pueda aplicar en el mundo real, que los jóvenes deben saber aprovechar.
Por último, la visibilidad que les ofrece un certamen de estas características con vistas a que su proyecto tenga posibilidades de implantación real.
Cualquier iniciativa que, como el premio don Bosco, promueva la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento a la sociedad ha de ser aplaudida porque la innovación es el único camino para afrontar retos futuros. Por eso, todos aquellos jóvenes que puedan participar en iniciativas como están deberían aprovechar la oportunidad.