Consideramos que el valor más importante del Premio Don Bosco es incentivar a los jóvenes a desarrollar su creatividad, para que a partir de la detección de carencias y necesidades concretas, reflexionen sobre cómo solucionarlas y desarrollen proyectos que puedan materializar. Además, estas acciones son conjuntas, en equipo, lo que supone un aprendizaje impagable sobre la importancia de sumar talento para alcanzar cotas que en un principio pueden parecer inalcanzables.
Los alumnos que han participado en el Premio Don Bosco han podido desarrollar valores como el esfuerzo, la auto exigencia y el espíritu crítico. La participación en el Premio les demuestra además que los retos técnicos planteados están a su alcance. Finalmente, el trabajo en equipo, la larga tradición del mismo y el carácter nacional del Premio refuerza el impacto de estos premios sobre los alumnos e incrementa su visibilidad fuera de la comunidad.
Participar en este tipo de iniciativas permite a los estudiantes desarrollar su capacidad de emprendimiento, superarse a sí mismos y vivir una experiencia que les será muy útil para su trayectoria profesional. Además, pueden conocer a jóvenes de otras comunidades autónomas e iniciar su agenda de contactos con empresas e instituciones de sus áreas de conocimiento.